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Barro

Barro es una parada fundamental en el Camino Portugués, en la que rodearse de naturaleza y disfrutar del arte religioso gallego. Con una extensión de 37,9 kilómetros cuadrados, llegó a ser uno de los primeros ayuntamientos constitucionales: el de Trasumia.

Está formado por las parroquias de Agudelo, Barro, Curro, Portela, Valiñas y Perdecanai, donde está la capital municipal (en San Antoniño).

Lo más hermoso de Barro es el Parque de la Naturaleza del Río Barosa, con una cascada de más de 30 metros de desnivel. La Fervenza de Maquieira lleva esa fuerza que movía los antiguos molinos, de los que aún se conservan algunos rehabilitados. Merendero, restaurante, un largo paseo por el bosque… Sin duda, una visita obligada.

Y, a 514 metros, la cima del monte Acibal es la mayor altura de todo el municipio.

San Andrés de Baliñas, Santa Cibrá de Agudelo… Los monumentos religiosos también son abundantes en la zona. Destaca la iglesia de San Martiño de Agudelo, de estilo románico, que data del siglo XVII y celebra su romería el 11 de septiembre. En la parroquia de Curro, encontramos la iglesia de Santa María de Curro, de estilo ojival, y que data de comienzos del siglo XVI.

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