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Ponte Caldelas

Ponte Caldelas es encantadora. Tiene una villa con un casco coqueto, arte rupestre, gente amable, y unas empanadas de vicio. Pero lo que de verdad sorprende en este ayuntamiento es el entorno del río Verdugo y su maravillosa playa fluvial, A Calzada, la única playa con bandera azul de España.

De Ponte Caldelas destaca la belleza natural del paisaje, y sobre todo las riberas del Río Verdugo que atraviesa el municipio con un tupido arbolado autóctono en sus márgenes, y que a su paso por la villa se remansa en un paisaje idílica de paseo fluvial con puentes de madera. La hermosura de los recursos fluviais del Verdugo no se ciñen la villa, ya que que al largo del río hay distintos lugares especialmente agradecidos como son los Pasos de A Fraga o la Playa fluvial de la Calzada, muy concurrida por bañistas y visitantes en verano, a la que se accede desde el centro histórico a través de un idílico paseo de madera.

También es destacable la presencia de excelentes miradores, como el Mirador del Casteliño, al lado de la pintoresca Capilla del Sagrado Corazón, o las vistas que permiten los montes de Pe de la Múa, o los altos de la Serra de la Castrelada.

En lo que concierne al patrimonio construído, Ponte Caldelas tiene algunas iglesias realmente relevantes como la románica de Santa María de Tourón, o las barrocas de Santa Baia, que es inicio de un viacrucis que remata en el Sagrado Corazón, o la de Iglesia deSan Martiño de Xustans, del siglo XVII.

No obstante, su patrimonio más relevante es rupestre, representado tanto por el Área Arqueológica de Tourón, uno de los conjuntos de petroglifos más importantes de Galicia, que es poseedor de un centro de interpretación, como por la existencia de otras estaciones rupestres relevantes, habilitadas para la visita como acontece con la estación de Campo de Cuñas, donde se encuentra la espectacular Piedra del Ciervo.

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