Pocos saben que la lonja del pequeño pueblo de Campelo, en Poio, ostenta el liderazgo en cuanto a facturación en bivalvos de las rías gallegas. Toneladas de almeja babosa, fina, roja ..y de berberechos extraídos de la ría de Pontevedra pasan por su pequeña lonja y abastecen en fresco a toda España, y claro está, a su fiesta más representativa: la Fiesta de la Almeja de Campelo, que exalta a almeja babosa, una de las especies más deliciosas de las cuatro variantes que se recogen en las costas de Galicia.
La Fiesta de la Almeja es la fiesta gastronómica más antigua que se celebra en el Ayuntamiento de Poio. Nacida en el año 1988 a instancia de los patrones de pesca de la zona, la fiesta pretende tanto poner en valor este molusco como promocionar la actividad pescadora que produce la extracción del bivalvo acercando este preciado bivalvo a todos los bolsillos.
El producto exaltado en la fiesta es la almeja babosa, una de las cuatro especies (fina, rojiza, babosa y bicuda) que se presentan en las costas de Galicia, propia de profundidades intermedias, que se explota con la arte conocida cómo barra. Esta especie, en los primeros momentos de su comercialización, se empleó para la conserva, si bien, actualmente se usa fresca y cocinada.
Durante las cuatro primeras ediciones, la organización de la fiesta corrió a cargo de los propios vecinos, al amparo del el interés común de la Asociación de Vecinos de Campelo, de las Cofradías de Pescadores, de las depuradoras de moluscos y distintas entidades empresariales del Ayuntamiento. A partir del año 1992 es el propio Ayuntamiento el encargado de la organización.
El evento gastronómico se celebra en la localidad de Campelo, en la parroquia de San Xoán de Poio, tradicionalmente en el mes de julio (el segundo o tercero fin de semana). En ella y durante todo el fin de semana, los visitantes pueden disfrutar de las distintas actividades desarrolladas en la fiesta, donde destacan principalmente la degustación de la almeja preparada a la marinera, con habas y con fideos, el folclore tradicional y las actuaciones musicales nocturnas.
Cabe destacar que en últimos años este evento ha multiplicado por cuatro la venta de producto, y el número de visitantes. En la edición de 2015, a pesar de realizarse en el mes de septiembre, más de 20.000 personas acudieron a la XVIII edición de esta fiesta gastronómica.