La “Boa Vila” acoge a quien la visita, ya sea a través del Camino de Santiago, en busca de la mejor gastronomía o en una tarde de compras y cafés en sus calles empedradas y plazas animadas. La capital de las Rías Baixas ofrece una de las zonas antiguas mejor conservadas de toda Galicia y la peatonalización de sus calles ha hecho que se la considere una de las mejores ciudades del mundo para vivir, entre otros galardones. Pero estos no son los únicos motivos para visitar Pontevedra.
Os proponemos 7 planes para disfrutar de la ciudad de Pontevedra y su entorno:
Vivir la ciudad en sus calles y plazas
En Pontevedra todo está a un paso, por lo que la mejor forma de descubrir la ciudad es callejeando de plaza en plaza. Desde la Plaza do Teucro, que toma su nombre del mítico fundador de la ciudad, a las plazas de Curros Enríquez o de Méndez Núñez, la ciudad nos muestra su pasado hidalgo, con pazos barrocos y blasones en las fachadas.
En las plazas de la Leña y la Verdura, sus terrazas, restaurantes y tabernas dan buena muestra de la mejor gastronomía gallega y del animado ambiente de la ciudad. Más arriba, la plaza de A Ferrería y su fuente del siglo XVI abren el corazón de Pontevedra al visitante, muy cercanos al convento de San Francisco y la Capilla de la Peregrina.
Por el camino, numerosas esculturas nos conectan con el pasado comerciante, marinero y literario de Pontevedra. Desde el fiel contraste a un Valle Inclán pensativo, las esculturas no sólo decoran la ciudad, sino que nos hablan de su pasado, presente y futuro.
Además, la ciudad cuenta con un importante comercio local y uno de los mejores mercados de la provincia. En su plaza, el mejor pescado y marisco de las Rías Baixas es preparado con esmero por sus pescaderos y pescaderas y se puede degustar al momento en los cocederos que se encuentran en el propio edificio o en los distintos puestos de gastronomía local del gastro-mercado “O Mercado” de la planta superior.
Buscar los orígenes de Pontevedra desde Santa María a Maior
A principios del siglo XVI, el gremio de Mareantes de Pontevedra decidió construir en Pontevedra un templo dedicado a Santa María. Su fachada, una de las obras cumbre del plateresco en Galicia, mezcla lo religioso con lo profano: Teucro, Hércules… incluso una vista de la ciudad en piedra.
Las claves que nos brinda de este bonito templo son todavía hoy un misterio: ¿fue la familia de Cristóbal Colón una de las promotoras de su construcción? ¿Son el mismo Colón y Hernán Cortés quienes decoran su rosetón? ¿Por qué lleva San Xerome anteojos?
Pocos metros más abajo, se encuentra el antiguo barrio de A Moureira. Originalmente ubicado extramuros, durante la Edad Media constituyó uno de los puntos neurálgicos de Pontevedra, cuando el puerto de la ciudad era uno de los más importantes de Europa. Aquí se construyó la nave capitana Santa María, bautizada “La Gallega”, que acompañó a Cristóbal Colón en su primer viaje al continente americano.
También a pocos metros de la basílica, se encuentran otros dos puntos históricos de gran interés: por un lado, la conocida como Casa das Campás, la casa más antigua de la ciudad y donde las leyendas de Pontevedra cuentan que el temido pirata Benito Soto escondió sus secretos; y las antiguas murallas de la ciudad, en el Centro de Interpretación das Torres Arcebispais (CITA).
Y descubrir la historia y cultura de Galicia en sus museos
Si el CITA nos permite descubrir cómo era la ciudad medieval y el sistema defensivo de las torres arzobispales, el Museo de Pontevedra nos ofrece una visión aún más amplia, desde la prehistoria a la historia más reciente de Galicia y España. El museo fue fundado en 1927 y sus fondos se reparten actualmente en seis sedes diferentes: el edificio Castro Monteagudo, el edificio García Flórez, el edificio Fernández López, el edificio Sarmiento, las Ruinas del Convento de Santo Domingo y el moderno Sexto Edificio.
Entre los secretos que guarda, el despacho del almirante Méndez Núñez y una reproducción fidedigna de la cámara de la fragata Numancia se encuentran entre las grandes sorpresas para la mayoría de viajeros. Una tradicional cocina gallega, la mayor exposición de azabaches del mundo, numerosos hallazgos de las investigaciones arqueológicas realizadas en la provincia o una importante colección de pintura con artistas internacionales, españoles y gallegos, hacen que sea todo un imprescindible en Pontevedra por derecho propio.
Las ruinas de Santo Domingo, a un paso de la Alameda, son uno de los máximos exponentes del gótico gallego. Defendidas por la ciudadanía de la ciudad de Pontevedra frente a los distintos intentos de derribo se sucedieron desde el cierre del convento en 1840, fueron el primer conjunto histórico en ser declarado Monumento Nacional en toda la provincia de Pontevedra y hoy muestran en su interior una importante colección de escudos heráldicos, laudas gremiales, ronseles romanos y capiteles visigóticos.
Recorrer la Pontevedra verde
Pontevedra no sólo es una ciudad amable con el peatón y las familias por su gran proyecto de peatonalización, sino que además cuenta con numerosos espacios verdes en los que relajarse o pasear tranquilamente disfrutando de la naturaleza.
El punto verde más conocido de la ciudad es probablemente el conjunto que componen la Alameda y los Jardines de Vicenti. Este espacio verde con esculturas de grandes personajes conectados con la historia de la ciudad, contiene algunos de los árboles más representativos de Galicia. Además, un gran palomar, un parque infantil o el palco de música, hacen que sea un gran punto de encuentro en la ciudad.
En la Praza da Estrela, entre el antiguo convento de San Francisco y el santuario de la Virgen Peregrina, se encuentran los jardines de Casto Sampedro. Este pequeño jardín de rosales y camelias, contiene la fuente del siglo XVI conocida como la Fuente de A Ferraría, del dicho popular
“Pontevedra é boa vila / dá de beber a quen pasa / a fonte da Ferrería / San Bartolomeu na plaza”
(Pontevedra es buena villa, da de beber a quien pasa, la fuente de A Ferrería, San Bartolomé en la plaza).
No son las únicas zonas verdes: el entorno del río y el Camino de Santiago ofrecen distintos senderos y espacios naturales protegidos en los que desconectar sin salir de la ciudad.
Disfrutar del río Lérez y de la Ría de Pontevedra
El valle del río Lérez es uno de los espacios protegidos LIC y RedNatura de Terras de Pontevedra. Su entorno natural de especial belleza se puede disfrutar también desde la ciudad, siguiendo los pasos de los senderos del Lérez desde su desembocadura en la ría de Pontevedra y hacia el interior de la provincia.
Aquí se encuentra también una de las pocas playas del ayuntamiento de Pontevedra: la Playa fluvial del Lérez, lugar escogido por los pontevedreses para desconectar y practicar deportes como el kayak. Y el museo al aire libre conocido como la Isla de las Esculturas.
Y hacia la entrada de la ría, se levantan los famosos puentes de Pontevedra: desde el medieval de O Burgo al moderno de Os Tirantes, inaugurado en 1995. Un paseo por su diferente y premiada arquitectura es una gran forma de descubrir los paisajes de la ría, con distintos miradores y una impresionante puesta de sol con la isla de Tambo de fondo.
Conectar con el camino de Santiago
El camino de Santiago ha definido en muchos sentidos el paisaje de la ciudad de Pontevedra, desde la Capilla de la Peregrina, emblema del camino portugués, monumento nacional y patrona de la provincia de Pontevedra, a los caminos que dan paso a los peregrinos que salpican sus calles a lo largo de todo el año. Pequeñas luces en el suelo marcan la vía entre pazos y casonas de piedra, tintineando día y noche.
La capilla de forma de concha es una visita imprescindible para aquellos viajeros que buscan conectar aunque sea momentáneamente con el camino. Allí la Virgen, flanqueada por el apóstol Santiago y San Roque, los tres vestidos de peregrinos jacobeos, dan la bienvenida a la ciudad. Una vez allí, la subida a las torres gemelas proporciona una muy interesante vista de la ciudad desde arriba.
Retrocediendo algunos pasos hacia atrás, el sendero del Río Gafos marca un bonito acceso natural a la ciudad en un entorno de molinos de agua y un variado ecosistema natural que desemboca en la ciudad muy cerca de las estaciones de autobús y de tren.
En el otro extremo, el parque natural de A Xunqueira de Alba, marca la continuación del camino a través de la principal zona húmeda de todo el municipio y el mayor espacio verde de la ciudad. Lugar de cría, alimento y descanso de más de 130 especies de aves, es también el hogar de numerosas variedades de insectos, mamíferos, peces, anfibios y reptiles.
Extra: A un paso de la ciudad de Pontevedra
El ayuntamiento de Pontevedra cuenta con numerosos puntos de interés más allá de la ciudad de Pontevedra. Uno de estos punto es el lugar de celebración de una de las romerías de más devoción de toda la provincia: San Benito en el Monasterio de San Salvador de Lérez. Fundado en el siglo IX, de su Colegio saldrían algunos de los grandes profesores de Galicia, entre los que se encuentran Fray Martín Sarmiento y Fray Benito Feijoo.
En el cercano Salcedo, se puede viajar un poco más lejos en el tiempo: sus petroglifos fueron de los primeros en ser estudiados en Galicia. El de Outeiro da Mina fue además el primer grabado publicado con una representación gráfica en la “Historia de Galicia” de Manuel Murguía en 1901. Hoy en día, se pueden visitar a través de un sendero señalizado que pasa también por las Cabañas Prehistóricas de Salcedo, una recreación de la vida de los habitantes del Neolítico.
Sin olvidar el magnífico puente histórico de Pontesampaio, escenario de la última batalla de la Guerra de la Independencia contra el ejército de Napoleón en Galicia. Sus 10 arcos de piedra marcan el inicio del camino de Santiago por el ayuntamiento de Pontevedra y dan acceso a uno de los pueblos más pintorescos de Terras de Pontevedra.
Además, Terras de Pontevedra ofrece numerosos atractivos en los vecinos ayuntamientos de Marín, Poio, Barro, Ponte Caldelas, Campo Lameiro, Cerdedo-Cotobade, Barro y Vilaboa, #Adéntrate en Terras de Pontevedra.
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