Lo que hoy conocemos como el ayuntamiento de Barro, formó parte en su momento uno de los primeros ayuntamientos constitucionales: el de Trasumia, que dependía de la cercana Caldas de Reis. Hoy en día es un moderno ayuntamiento de interior en el que disfrutar de algunos de los espacios naturales más espectaculares de Terras de Pontevedra y de fiestas y tradiciones únicas.
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Parque de la Naturaleza del Río Barosa
Uno de los lugares imprescindibles que visitar en Barro es el Parque de la Naturaleza del Río Barosa. Este singular complejo natural y etnográfico tiene por su mayor exponente la cascada de 30 metros de desnivel y los diecisiete molinos de agua que acompañan su caída.
Una ruta de senderismo de dificultad media permite descubrir no sólo los distintos molinos reconstruidos, sino también conocer la amplia biodiversidad del entorno, con un bosque típico de ribera y una rica variedad de musgos, algas y helechos.
Fiesta del Vino de Barro
Durante la segunda mitad de Junio, Barro celebra una popular fiesta gastronómica que ya supera las 40 ediciones. En ella, los productores locales presentan sus caldos Caíño y Albariño de la denominación de Origen Rías Baixas, en un importante certamen enológico.
La fiesta va acompañada de numerosos actos culturales, musicales y deportivos, así como eventos gastronómicos en los que probar lo mejor de la gastronomía gallega con una importante “sardiñada”.
Pazo da Crega
Reconvertido en un espacio para la cultura y lugar de celebración de las numerosas fiestas y eventos que llenan la programación de Barro, este Pazo es un interesante monumento. Con la configuración típica de una gran casona gallega, el edificio fue rehabilitado en 2008 para recuperar su belleza en piedra.
El espacio cuenta con distintos elementos tradicionales, como un canastro, un cobertizo, un depósito de almacenamiento de agua y una bonita capilla en honor a San Antoniño.
Iglesia de San Martiño de Agudelo
En Barro se encuentra San Martiño de Agudelo, uno de los ejemplos de románico gallego mejor conservados de Terras de Pontevedra. Construida en el siglo XII, cuenta con un particular ábside semicircular separado en cinco vanos con tres ventanas y una portada original, atribuida a la escuela del Maestro Mateo, en la que se puede ver una imagen de San Martiño y el Agnus Dei.
Muy cerca de aquí se encuentra A Chan do Monte Güimil, un antiguo castro que fue en su momento uno de los más grandes del suroeste de Galicia y muy cercano a otros yacimientos como el de O Castelo de Agudelo o el de Monte Redondo. Sobre la croa del Castro se encuentra la capilla dedicada a San Cibrán, cuya romería tiene lugar en Julio.
Leguario de Perdecanai
Ubicado en lo que hoy conocemos como la carretera N-550, el Leguario de Perdecanai pasa totalmente desapercibido para la mayoría de viajeros. Esta extraña curiosidad fue levantada en el siglo XVIII para marcar en leguas una red de caminos que partía de Madrid y comunicaban distintas poblaciones.
Este curioso poste de granito con forma piramidal, se ubicaba en el Camino Real que unía Santiago con Pontevedra. Marcaba una distancia cercana a los 7 kilómetros, lo que nos permite conocer lo que por aquel entonces podía recorrer una persona en esta zona en tan sólo una hora (a caballo). Y contaba con su propio reloj de sol, que sigue marcando desde entonces las horas para quien por allí pasa.
De los 6 leguarios que se conservan en el antiguo trazado, tres de ellos se encuentran en Terras de Pontevedra: este de Perdecanai y otros dos, uno en Vilaboa (Figueirido) y otro en Cerponzóns (Pontevedra).
Además, cerca del leguario se encuentra el acceso a Perdecanai, en cuya iglesia se puede visitar una campana bicentenaria, y no muy lejos de ella, el Cruceiro de Triabá, del siglo XIX y con una peculiar serpiente enrollada, que fue mencionado por Castelao en su libro “Cousas”.
Los petroglifos de Monte Bazar
En el conocido como Monte Bazar se encuentra una interesante ruta señalizada de 3 kilómetros de longitud (circular) con la que se pueden visitar los distintos petroglifos de Barro.
Siguiendo los carteles, desde el campo de fútbol, a través de una pista forestal, el camino nos lleva a los grabados de Pedra Mirtada, Outeiro de Codeso y Castro Loureiro, que se caracterizan por sus motivos geométricos de círculos concéntricos, líneas y “coviñas” (cazoletas), uno de los motivos más comunes del arte rupestre gallego.
Camino de Santiago
El camino de Santiago entra en Barro desde Pontevedra a través de un pequeño puente de piedra que cruza el riachuelo conocido como O Rego do Cárcere (el riachuelo de la cárcel) y continua casi en paralelo a la carretera nacional N-550 y al río da Gándara. A su paso, ríos, cruceros, bosques autóctonos, viñedos, pequeñas aldeas y el cercano Parque de la Naturaleza del Río Barosa y su magnífica cascada.
Es, sin duda uno de los tramos más bellos del Camino Portugués a su paso por la provincia de Pontevedra y constituye una imprescindible ruta de senderismo para aquellos que quieran descubrir los paisajes más tradicionales del ayuntamiento.
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