Situado entre los municipios de Vilaboa y Marín se encuentra el Lago de Castiñeiras, un magnífico paraje para pasar un día en plena naturaleza. Su origen artificial (fue creado en 1950) no óbice para su encanto, ya que constituye un verdadero paraíso natural destacable por la riqueza de su flora y fauna.
Su flora se caracteriza por el predominio del roble americano, el laurel y el pino; mientras que en cuanto a la fauna, abundan las aves. La abundancia de truchas en sus aguas convierte este emplazamiento en punto de encuentro de pescadores en la temporada de pesca. Cabe subrayar la existencia de un Aula de Naturaleza que organiza visitas de grupos.