Santa María do Campo es de finales del s. XII y principios del s. XIII, de estilo románico algo tardío. De esta época conserva en el interior un arco triunfal, rudo, estrecho y apuntado, a través del que se accede al presbiterio. En una segunda fase de construcción, en el siglo XVI, se realiza la nave de estilo barroco. Posee unas magníficas pinturas murales (góticas). Perteneció a la Encomienda de San Juan.
La Iglesia de Santa María del Campo conserva buena parte de su primitiva traza románica, aunque lo que hoy es visible es el resultado de sucesivas reformas en varias épocas. La parte más antigua corresponde a la actual cabecera, de planta cuadrangular y cubierta de madera, en el que se abre una ventana con arco de medio punto, enmarcado por una sencilla moldura de dientes de sierra. A esta cabecera, aprovechando los materiales de la iglesia primera, se añadió hacia el siglo XIII un cuerpo más grande, de una sola nave y de planta rectangular, que comunica con la cabecera mediante un arco triunfal.
En la decoración exterior destacan los canzorros con figuras de animales y humanas, dispuestos al largo del alero, y el agnus di que remata el pincho. En la portada tiene dos arcos de medio punto simples doblados y hay restos de inscripciones. Corona la fachada una espadaña que hace las veces de campanario.
Al retirar hace unos años un retablo, aparecieron decorando los muros del altar mayor unas interesantes pinturas. Datadas en el siglo XV-XVI, muestran rasgos estilísticos más bien propios del gótico. A un lado y otro de la ventana de la cabecera (con arcos de herradura ) hay representada una anunciación. A la izquierda, el arcángel San Gabriel, y a la derecha la Virgen junto a una torre que le sirve de atril. En lo alto, hay una representación del Pantocrator, rodeado de un medio nimbo, desde el que desciende la paloma del Espíritu Santo.