Pontevedra Integradora
Calles y plazas atestadas de vehículos, ruidos y dificultades de paso para peones, problemas en el caso de movilidad reducida. Esta era la vida cotidiana en la zona histórica de Pontevedra hasta el año 2000. Pero después de invertir 26 millones de euros en los últimos 15 años la realidad es otra.
Ahora la ciudad es menos peligrosa y recuperó el espacio público para los ciudadanos, se eliminaron barreras, se restringió el tránsito rodado e incluso los niños pueden ir andando al colegio. Es más amable y atractiva con la recuperación de los edificios y calles históricas.
La reforma urbana realizada tomó como objetivo una ciudad guiada por la accesibilidad universal. Contó con los agentes sociales y con entidades como la ONCE y Cogami. Tuvo en cuenta sobre todo las necesidades de movilidad de las personas que más dificultades tienen, bien por tener que utilizar sillas de ruedas u otros elementos, bien por su edad, porque utilizan carritos de bebés, etc.
Diseñando la ciudad para ellos, quedo apta también para el resto de la ciudadanía, consiguiendo así una ciudad para todas y todos Este modelo de urbanismo que humanizo Pontevedra para sus vecinos tuvo la suya recompensa con el el Premio ONU-Hábitat de las Naciones Unidas, un prestigioso galardón internacional para asentamientos humanos ganado entre 406 candidaturas de 95 países.