Lo más destacable para el turismo que llega a Marín son sus playas de fina arena, que se extienden desde la villa de Marín hasta el ayuntamiento de Bueu. Arenales con bandera azul, y certificación EMAS, distintivos de excelencia para unas playas calmadas, de aguas cristalinas y color esmeralda, situadas en entornos naturales de grande belleza.
La primera, es la de Portocelo, y está a poco más de un kilómetro del centro urbano. A ella se llega atravesando un hermoso paseo marítimo. A unos 600 metros de la anterior se encuentra la Playa de Mogor, un arenal espléndido singularizado también por sus recursos rupestres ya que con sólo cruzar la carretera encontramos uno de los conjuntos de petroglifos más singulares de Galicia, los Labirintos de Mogor, que disfrutan de una área arqueológica perfectamente acondicionada y de un Centro de interpretación.
La Playa de Aguete es un arenal rodeado de abundante arbolado que cuenta con un puerto deportivo en el que se encuentra el Club de Mar que ofrece cursos de vela en las instalaciones deportivas del puerto. La playa “De los enamorados” pequeña y recogida, está al lado de la “Punta da Moa”. Completan la relación de arenales la Playa de Loira en el pueblo pescador del mismo nombre, y el conjunto que forman la Playa de Santo do Mar y la de A Coviña. Y a ellas hay que añadir la Playa de Lapamán, compartida con Bueu, y también bandera azul.
Pero Marín es más que playas. El casco urbano de Marín también merece una visita para ver el Museo Manuel Torres o pasear por sus cortas y estrechas calles y Plazas como la Plaza del Reloj, la Plaza de Abastos o las calles Real y Echegaray, además de interesantes barrios como lo de Cantoarea. Pero son sin lugar a duda a Alameda, con su Palco de la Música y sus magníficos jardines, y el renovado Parque de Briz, con un sorprendente Parque de los Sentidos, los lugares preferidos para el paseo de vecinos y visitantes.
Sí lo tuyo es el turismo activo, Marín puede ser uno de tus lugares preferidos. En este ayuntamiento está situado el Ecoparque de Marín, el más relevante de Galicia. Además, durante todo el año es posible hacer distintas rutas tanto por el monte como la orilla del mar. Las más interesantes son la Ruta de los Cinco Miradores, una ruta circular que muestra lo mejor de esta villa, y el Sendero Azul Ruta de las Playas, con un carril bici a lo largo de todo el recorrido, aunque también hay otras para caminantes más expertos como la ruta del Monte Penizas.
El llamado Templo Vello, en el casco viejo, en la Plaza de Reloj, y las iglesias románicas de Santa María del Campo, y Santo Tomé de Piñeiro son los monumentos más destacables de la arquitectura religiosa del municipio.
